John Locke


JOHN LOCKE





Un filósofo y médico inglés considerado como uno de los más influyentes pensadores del Siglo de las Luces y conocido como el Padre del Liberalismo Clásico. Considerado como uno de los primeros empiristas británicos, siguió las ideas de Francis Bacon y también tuvo una participación fundamental en la teoría del contrato social. Su trabajo afectó en gran medida el desarrollo de la epistemología y la filosofía política. Sus escritos influyeron en Voltaire y Rousseau, muchos pensadores de la Ilustración escocesa, así como los revolucionarios estadounidenses. Sus contribuciones al republicanismo clásico y la teoría liberal se reflejan en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Declaración de Derechos de 1689.

Biografía

La cabaña donde Locke nació.
La cabaña donde Locke nació.
Nació el 29 de agosto de 1632, en una pequeña cabaña con techo de paja cerca de la iglesia en Wrington (Somerset), a unos doce kilómetros de Brístol. Fue bautizado el mismo día. El padre de Locke, también llamado John, era un abogado rural y empleado de los Juzgados de Paz en Chew Magna,​ quien se había desempeñado como capitán de caballería de las fuerzas parlamentarias durante la primera parte de la guerra civil inglesa. Su madre se llamaba Agnes Keene. Ambos padres eran puritanos. Poco después del nacimiento de Locke, la familia se trasladó a la zona mercantil de Pensford, a unos siete kilómetros al sur de Brístol, donde creció en una casa estilo Tudor rural en Belluton.

En 1647, Locke fue enviado a la prestigiosa Westminster School en Londres, bajo el patrocinio de Alexander Popham, un miembro del Parlamento y exjefe de su padre. Después de completar sus estudios allí, fue admitido en la Christ Church (Oxford). El decano del colegio en ese momento era John Owen, vicerrector de la universidad. Aunque un estudiante capaz, Locke se irritó por el plan de estudios de pregrado de la época. Encontró obras de los filósofos modernos, como René Descartes, más interesantes que el material clásico enseñado en la universidad. Mediante su amigo Richard Lower, a quien conocía desde la Westminster School, se introdujo a la medicina y la filosofía experimental que se aplicaba en otras universidades y en la Royal Society, de la que finalmente se convirtió en un miembro.
Se le otorgó su licenciatura en 1656 y una maestría en 1658. Obtuvo un título de medicina en 1674, porque estudió profundamente la medicina durante su estancia en Oxford y trabajó con varios científicos y pensadores notables como Robert Boyle, Thomas Willis, Robert Hooke y Richard Lower. En 1666, conoció a lord Anthony Ashley Cooper, primer conde de Shaftesbury, que había llegado a Oxford en busca de tratamiento médico para una infección del hígado. Cooper estaba impresionado con Locke y lo convenció para convertirse en parte de su comitiva.
Locke había tratado de buscar una carrera estable y en 1667 se trasladó a la casa de lord Ashley en Exeter House, en Londres, para servir como su médico personal. En Londres, reanudó sus estudios de medicina bajo la tutela de Thomas Sydenham. Sydenham tuvo un efecto importante en el pensamiento filosófico natural de Locke —un efecto que se haría evidente en el Ensayo sobre el entendimiento humano—.
El conocimiento médico de Locke fue puesto a prueba cuando la infección del hígado de Shaftesbury se convirtió en un peligro potencialmente mortal. Coordinó un consejo de varios médicos y fue probablemente fundamental para convencer a Shaftesbury a someterse a una operación (que también era una amenaza a su vida) para extraer el quiste. Shaftesbury sobrevivió y se recuperó, y acreditó a Locke haber salvado su vida.
En 1671 tuvo lugar una reunión en la casa de Shaftesbury, que fue descrita en la Epístola al lector del Ensayo sobre el entendimiento humano, que inspiró el Ensayo. Dos borradores existentes de este período todavía sobreviven. También durante ese tiempo, Locke se desempeñó como secretario de la Junta de Comercio y Plantaciones y secretario titular de los Lores de Carolina, en donde ayudó a dar forma a sus ideas sobre el comercio y la economía internacionales.
Shaftesbury, como uno de los fundadores del movimiento whig, ejerció una gran influencia en las ideas políticas de Locke. Este involucró en la política cuando Shaftesbury se convirtió en lord canciller en 1672. Tras un descontento popular de Shaftesbury en 1675, Locke pasó algún tiempo viajando por toda Francia como tutor y asistente médico a Caleb Banks.​ Regresó a Inglaterra en 1679, cuando la fortuna política de Shaftesbury tuvo un breve cambio positivo. Alrededor de ese tiempo, muy probablemente en el apogeo de Shaftesbury, Locke compuso la mayor parte de los Dos tratados sobre el gobierno civil. Si bien se pensaba que Locke escribió los Tratados para defender la Revolución Gloriosa de 1688, estudios recientes han demostrado que la obra fue escrita antes de esa fecha.​ Actualmente se considera al trabajo como un argumento más general contra la monarquía absoluta (en particular, expuesto por Robert Filmer y Thomas Hobbes) y para alcanzar el consentimiento individual como la base de la legitimidad política. Aunque se asoció con influyentes whigs, ahora se considera que sus ideas acerca de los derechos naturales y el gobierno son bastante revolucionarias para ese período en la historia inglesa.
Huyó a los Países Bajos en 1683, ya que sobre él caía una fuerte sospecha por haber participado en la complot de Rye House, aunque hay poca evidencia para sugiera que estaba directamente involucrado en la trama. La filósofa y novelista Rebecca Newberger Goldstein sostiene que durante sus cinco años en Holanda, Locke eligió a sus amigos entre los mismos miembros de librepensadores de grupos protestantes disidentes como el pequeño círculo de confidentes leales a Spinoza. [Baruch Spinoza había muerto en 1677.] Casi con certeza, Locke se reunió con varios hombres en Ámsterdam que hablaron sobre las ideas de los judíos renegados quienes... insistían en identificarse por medio de su religión como la única razón. Aunque ella dijo que fuertes tendencias empiristas de Locke le habrían inclinado a leer una obra de grandiosa metafísica como la Ética de Spinoza, que entre otros aspectos era un profundo exposición de las ideas de Spinoza, y muy especialmente como un meditado argumento para bien de los racionalistas sobre tolerancia política y religiosa y la necesidad de la separación de Iglesia y Estado.
En los Países Bajos, tuvo tiempo para regresar a la escritura e invirtió mucho en volver a trabajar el Ensayo y componer la Carta sobre la tolerancia. No volvió a casa hasta después de la Revolución Gloriosa, y acompañó a la esposa de Guillermo de Orange en su regreso a Inglaterra en 1688. La mayor parte de las publicaciones de Locke fue redactada después su regreso del exilio —su Ensayo sobre el entendimiento humano antes mencionado, los Dos tratados sobre el gobierno civil y la Carta sobre la tolerancia son impresos en rápida sucesión—.

Bases del pensamiento de John Locke


Su epistemología (teoría del conocimiento) no cree en la existencia del innatismo y el determinismo, considerando el conocimiento de origen sensorial, por lo que rechaza la idea absoluta en favor de la probabilística matemática. Para Locke, el conocimiento solamente alcanza a las relaciones entre los hechos, al cómo, no al por qué. Por otra parte cree percibir una armonía global, apoyado en creencias y supuestos evidentes por sí mismos, por lo que sus pensamientos también contienen elementos propios del racionalismo y el mecanicismo. Cree en un Dios creador cercano a la concepción calvinista del gran relojero, basando su argumentación en nuestra propia existencia y en la imposibilidad de que la nada pueda producir el ser. Es decir, un Dios tal como lo describe el pensador racionalista, René Descartes, en el Discurso del método, en la tercera parte del mismo. De la esencia divina solamente pueden ser conocidos los accidentes y sus designios solamente pueden ser advertidos a través de las leyes naturales.
Trata la religión como un asunto privado e individual, que afecta solamente a la relación del hombre con Dios, no a las relaciones humanas. En virtud de esta privatización el hombre se libera de su dependencia de las imposiciones eclesiásticas y sustrae la legitimidad confesional a la autoridad política, puesto que considera que no hay base bíblica para un estado cristiano.
Considera la ley natural un decreto divino que impone la armonía global a través de una disposición mental (reverencia, temor de Dios, afecto filial natural, amor al prójimo), concretada en acciones prohibidas (robar, matar y en definitiva toda violación de libertad ajena), que obligan en favor de la convivencia.
Obras notablesCarta sobre la toleranciaDos tratados sobre el gobierno civilEnsayo sobre el entendimiento humanoAlgunos pensamientos sobre la educación y La conducta del entendimiento